miércoles, 1 de junio de 2011

Fingida indiferencia.

A veces siento que pierdo los estribos. No es novedad, pero cada vez es distinto.
Es horrible! porque las diferentes ocasiones requieren distintos procedimientos, respuestas.
A veces abajo, a veces arriba, a veces es una mezcla de ambas que da por resultado un equilibrio perfecto (raramente concebido), a veces es más maníaco, a veces más depresivo, a veces más osado. A veces, las peores, saca un pseudo-equilibrio mal logrado, que me miente con una apariencia mixta, que me hace creer que todo estará bien... para dejarme caer en un vacío interminable... y cuando despierto, generalmente estoy cortada, mutilada, flagelada, con exceso de pastillas en mi haber y sintiendome peor que nunca. Hasta que estre monstruo me ataca de nuevo, y ahí... vuelvo a creer que jamás me sentiré peor.
Maldita niña... aún sigues creyendo en tus capacidades... acabaré contigo, y con todas tus fortalezas.