Y se quedó mirando por la ventana... observaba a Wendy, que luego de entrar a su habitación, abrazo a sus padres con locura.
Él esperó que todo estuviera en calma... entró a la habitación, que aun tenía la ventana abierta, y se acomodó a los pies de la cama de Wendy, mientras ella dormía... la besó, y le dijo al oído... Perdón, pero yo no quiero crecer. Y se retiró al País de Nunca Jamás...
Ojalá fuese así de fácil.